
Gentilmente el club Los Andes – siempre en lo más alto del fútbol nacional – (al menos visto al revés) nos ha hecho llegar un banderín y una copia de su himno con consiguiente partitura o cifrado (ya que nosotros mucho partitura no, viste), conmovidos por nuestra gesta, la de elevar a la altura más prócera de mito (6.959 mts) a un futbolista del ascenso.
Como puede verse la letra narra aquel avatar que aconteció en un amistoso con Belgrano de Cba. donde su hinchada regaló una bandera a la de Los Andes en señal de apoyo para el duro desafío que le tocaría al club a la semana siguiente: enfrentar en el mismo triangular (Copa Grl. Susvín) a San Lorenzo de Almagro. El inspirado autor, como derrapando por la Asociación Libre, imagina un finale con brío donde la escuadra de los Andes luego de imponerse a los gauchitos de Boedo jugaría la final de la Copa Intercontinental con Libertad de Sunchales.
¡GRACIAS AMIGOS DEL ASCENSO! ¡SOÑADOR CORAZÓN DE ALPINISTAS!

Aquí está la bandera idolatrada,
la enseña que Belgrano nos legó
cuando triste la AFA esclavizada
con valor sus vínculos rompió.
Aquí está la bandera esplendorosa
que al mundo con sus triunfos admiró,
cuando altiva en la lucha victoriosa
la cima de Los Andes escaló.
Aquí esta la bandera que un día
en la batalla tremoló triunfal,
y llena de orgullo y bizarría
a San Lorenzo se dirigió inmortal.
Aquí está como el cielo refulgente
ostentando sublime majestad,
después de haber cruzado el Continente,
exclamando a su paso:
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!