Un neurótico puede tener mal carácter y un esquizo, varias personalidades.
Una vida, mil caracteres.
Mi madre nunca pareció contenta de mi haber nacido y no muy esporádicamente me lo hacía saber. Soy culpable, confieso, de seguir vivo, no de haber nacido; pero ella era de otro parecer y me obligó a cargar con una culpa por la que inferí que nací por amor propio, propia voluntad, y en un acto autodecisional. Enojosa, me condenó a una cuarentena prolongada que duró toda mi niñez y adolescencia. La prenda fue obligarme a ver a lo largo de toda mi ontogénesis Canal 3 y Canal 5 varias horas por día cuando la escuela pública los del fútbol y el instituto de inglés me devolvían a casa. Mi primera palabra dicen fue “¡Afasia!”. Padecí Edipo Invertido así que llamé “Papá” a mi madre (año y medio) y a mi padre-macho jamás le dirigí la palabra. Luego fui Filósofo para olvidar a la Televisión Rosarina, pero no tuve gran suerte. El año pasado me cortaron el cable, y viví una regresión narcisista. Baguette, Imperio Austro-Húngaro,Yarará, fonemas que alguna vez vocalicé, presumo, en panaderías, Historia I, o en las Ruinas de San Ignacio o leyendo a Quiroga. Pronuncié otras muchas. Verbigracia: Silencio.
Una vida, mil caracteres.
Mi madre nunca pareció contenta de mi haber nacido y no muy esporádicamente me lo hacía saber. Soy culpable, confieso, de seguir vivo, no de haber nacido; pero ella era de otro parecer y me obligó a cargar con una culpa por la que inferí que nací por amor propio, propia voluntad, y en un acto autodecisional. Enojosa, me condenó a una cuarentena prolongada que duró toda mi niñez y adolescencia. La prenda fue obligarme a ver a lo largo de toda mi ontogénesis Canal 3 y Canal 5 varias horas por día cuando la escuela pública los del fútbol y el instituto de inglés me devolvían a casa. Mi primera palabra dicen fue “¡Afasia!”. Padecí Edipo Invertido así que llamé “Papá” a mi madre (año y medio) y a mi padre-macho jamás le dirigí la palabra. Luego fui Filósofo para olvidar a la Televisión Rosarina, pero no tuve gran suerte. El año pasado me cortaron el cable, y viví una regresión narcisista. Baguette, Imperio Austro-Húngaro,Yarará, fonemas que alguna vez vocalicé, presumo, en panaderías, Historia I, o en las Ruinas de San Ignacio o leyendo a Quiroga. Pronuncié otras muchas. Verbigracia: Silencio.
Mario Mármora
Enviado a la revista Fisiones.
Bajo la consigna de ¿Cúales hubieran sido sus palabras al nacer,
de haber podido hablar?. Escribirnos un texto de 1000 letras
(máximo) que incluya las palabras: Baguette, Imperio Austro-Húngaro y Yarará. 6/2005
