Hoy definen la Lengua y el Ser. Hagan sus apuestas. Uno ya fue mi candidato desde hace un año y de salir ganaré 100 pesos. El otro, mundial visto, lo es para mí ahora. La destreza de Quevedo, la habilidad garrinchesca de Góngora, el aguante unamunesco, la eficacia cervantina, contra la perfecta visión del campo de Hegel, los centros medidos de Heidegger, el repentismo nischeano, la eficacia del charlismo al árbitro de Habermas, las palomitas de Kant. Atrás quedó nuestro letal e impracticable tridente ofensivo: la habilidad macedoniana, el desborde de Girondo y el ofensivo por antonomasia: Lamborghini. Judíos e indígenas se aglutinarán en sus respectivas fondas alentando al adversario. En la final os espera el Cogito. O el Genio Maligno.
Viva Perón.
