"lAs CaLuMnIaS dE pUtA cIuDaD pErTeNeCeN aL pUeBlO"


domingo, 8 de marzo de 2009

LA PAZ



por Juan Carlos Gómez





Yo no sé si por influencia de Gombrowicz o por mi propia naturaleza, o por ambas cosas a la vez, la cuestión es que a mí me gusta mucho el juego y soy un tanto provocador e inmaduro, algunos gombrowiczidas se divierten con mis payasadas, es decir, se divierten mientras no les toca a ellos.
Hace ya algunos años me vinieron ganas de mortificar al Pato Criollo y al Orate Blaguer y se me ocurrió mandarle una carta al Pato Criollo en la que le decía que el Orate Blaguer tenía las facultades mentales alteradas, y al Orate Blaguer otra en la que le decía que el Pato Criollo era un bartolero, puse en el sobre del Orate Blaguer la carta del Pato Criollo y viceversa, y los mandé. El Orate Blaguer se enojó y no me escribió más.
La reacción del Pato Criollo fue distinta, me pareció que el Orate Blaguer era un ser más limitado, y el Pato Criollo una persona de un panorama más amplio.
"!No haga líos Goma! Estás definitivamente gagá. Cómo no vas a estar pensando en pasar la antorcha. ¡Menudo incendio se puede producir con tus maniobras! Maquiavelo interpretado por los Tres Chiflados (los tres en uno). ¡Pero yo te quiero igual! César"
Sin embargo, como a menudo ocurre que las cosas no son lo que parecen pensé que así como cada hombre tiene su precio cada hombre debía tener también su límite. Y como mi propósito inicial había sido mortificar tanto al Orate Blaguer como al Pato Criollo pensé que mi proyecto había quedado trunco, así que decidí completarlo tratando de que el Pato Criollo se diera cuenta de que yo quería burlarme de él.
No me resultó nada fácil que se diera cuenta porque tiene un gran aguante y mucho sentido del humor.
No obstante, con el prólogo que escribió para "Gombrowicz, este hombre me causa problemas" y con "El gran salmón" llevé a buen fin mi propósito.
En la Embajada de Polonia, el día de la presentación de "Gombrowicz, este hombre me causa problemas", hablaba con la Poetisa Impenitente, una vieja conocida del Pato Criollo: –Che, Goma, ¿vos sos loco?, ¿cómo le fuiste a pedir al Buhonero Mercachifle que te presentara el libro?, ¿no sabés que es tarado?; –Sí, pero fue de relleno, lo presentaron también el Zorro, el Socialista y el Régisseur Fanfarrón, además fue amigo de Gombrowicz; –Dejate de joder, ¿y por qué nadie habló del prólogo de Aira?; –¿Y quién iba a hablar, si ese prólogo es una verdadera mierda?; –Ah, no, no puede ser; –¿Vos lo leíste?, Aira se está cayendo, ¿viste lo del "Gauchito"?; –Sí, no pude terminar el libro; –Claro, yo tampoco, ese pelotudo se está convirtiendo, si es que no lo fue siempre, en un escritor para mujeres. Aquí la Poetisa Impenitente se me escapó.
Pero la gota que desbordó el vaso fue una conversación telefónica que mantuve con el Pato Criollo: –¿Y vos, qué estás haciendo, César; –Y, estoy escribiendo, como siempre; –¿Y ya tenés el título?; –Y, sí, se llama "El gran salmón"; –Ah, una novela de pesca; –No, no, es un salmón itergaláctico, se viene para acá nomás; –La puta, pero, ¿habla?; –No, no, tiene un gran tamaño, mide cincuenta mil millones de años luz; –Mierda, está lejísimos, entonces; –No, acá nomás, a quince kilómetros de Rosario.
Yo hice circular el gran salmón entre los gombrowiczidas en forma jocosa, pero resulta que el Pato Criollo se estaba rompiendo la cabeza verdaderamente escribiendo esta novela, una obra que recién apareció cuatro años después.
El gombrowiczidas que se refiere al gran salmón, "El señor Barbaverde", termina con unas palabras del Pato Criollo que tienen algo que ver con esta demora.
En todo caso, para presentar "Las aventuras de Barbaverde" el Pato Criollo viajó a España e hizo declaraciones a los periodistas tan fúnebres como inesperadas, mientras se encaminaba a la editorial Mondadori para encontrarse con sus colegas de letras de molde.
"Se me acabó la cuerda, como lo que hacemos los escritores no tiene un fin práctico, las ganas que tengo de escribir se me están terminado, son muy volátiles"
Pero llega un momento de la vida en que uno necesita descansar, acostarse temprano y no comer porquerías, necesita la paz.
Claro que la paz se puede conseguir de diversas maneras, Gombrowicz alcanza la paz en "El casamiento" encarcelando a todo el mundo.
"Es la paz. Todos los elementos rebeldes han sido detenidos. El Parlamento también ha sido detenido. Aparte de eso, los medios militares y civiles, y grandes sectores de la población, así como la Corte Suprema, el Estado Mayor, las Direcciones Generales, los Departamentos, los Poderes públicos y privados, la prensa, los hospitales y parvularios, todos están es prisión. Hemos encarcelado también a los ministros y, en general, todo. También la policía está en la cárcel. Es la paz. La calma"