
L’ Hospitalet vendría a ser algo así como la Villa Gobernador Gálvez de Barcelona. Es la ciudad más grande del conurbano de la Rosario española (sic), ubicada al sur de esa lujosa humanista e ilustrada ciudad catalana, y donde por lo general van a parar los contingentes menos ricos o más pobres de ese conglomerado poblacional: sudacas, gitanos, islámicos, débiles mentales molestos, etcétera. Estando en la mala allí fuimos a dar en nuestro exilio ideológico, o… en fin, ideosincrático (ni económico-posmenemista ni político-videlista). A la vuelta de casa, en la zona de Bellvitge, se encontraba el modesto bar “Cervantes” en cuyas mesas y barras nucleaba al grueso del hampa intelectual de locales y residentes, doctores fracasados, profesores esquizoides, eruditos a la violeta siempre dispuestos a renovar con ahínco personal y polémico la agitada “cuestión cervantina” para desbaratar la esclerosis obligatoria de los académicos de las Sala-mancas del mundo.
A continuación un documental dedicado a ilustrar el referido enclave; una producción rosarino-brasileña que fue rebotada en el canal Bandeirantes y en Telealbacete.
A continuación un documental dedicado a ilustrar el referido enclave; una producción rosarino-brasileña que fue rebotada en el canal Bandeirantes y en Telealbacete.