"lAs CaLuMnIaS dE pUtA cIuDaD pErTeNeCeN aL pUeBlO"


domingo, 7 de septiembre de 2008



No soy yo cuando escribo, se me inflan las venas, los músculos se crispan, no soy yo. No. No soy yo cuando escribo. El pelo me crece un poco y se vuelve hirsuto. Aumento de tamaño creo. No soy yo cuando escribo sino que me brota como un, no sé, como un alien, como un alguien que se hace piel e insufla desde el interior; en principio los ojos blancos, rojos, los zapatos me van quedando chicos mientras el teclado Genius se expresa: clap clap clap, clip, clip, y la pantalla es un desierto de luz platónico, si alguien me viera por la ventana, quedo en bermudas creo, en bermudas rotas – estilo informal – es como un autoparto, oh el texto, un parto de ameba ultraviolenta, la camisa se me va haciendo añicos, queda medio tipo top, o chalequito ochentoso, cuando estoy escribiendo, no puedo largar, no, no puedo salir, dejar, no puedo esperar: un párrafo o un verso: diez horas de gimnasio, me voy poniendo verde, doy miedo, 138 kilos de masa crítica textualmente, estoy verdé, no soy yo cuando escribo.




[Y luego debo huir, de ciudad en ciudad, como una forma de volver a mí. A ser un pichi que padece la persecución de los giles, la injusticia del mundo.]





Si todo el mundo alrededor piensa que estás muerto,
yo veo la transformación y la estoy sintiendo
L.G.