"lAs CaLuMnIaS dE pUtA cIuDaD pErTeNeCeN aL pUeBlO"


miércoles, 20 de agosto de 2008

Negro Moreno


LAS AVENTURAS DEL NEGRO MORENO

El negro Moreno era lo que se dice....El negro Moreno era lo que se dice que era...Negro. Cuando su madre lo vió por primera vez, quería denunciar al hospital al Green Peace porque decía que le habían empetrolado al nene.
Al negro Moreno no le gustaban las mentiras, las adoraba.
Compañero ideal pa’l truco, el negro había llegado a ganar con poker de ases.
El hubiera quedido quedarse chiquitito por eso de que la mentira tiene patas cortas, pero debió crecer, y fue así que se transformó en leyenda.
Dueño de unos ojos como brasas, muchos se lo pedían presta’o para hacer el asado o calentar la pava pa’l mate, pero él sostenía que no iba a calentar el agua pa’ que el mate se lo tomara otro.
Lo cierto sobre el negro Moreno no es nada. Ni el detergente, vea.
Dicen que en una barrileteada él pidió una vuelta e’ caña pa’ todos, pero no le quisieron dar piola porque eso iba a traer cola.
Y así fue. La trajo. La cola llegaba desde el Escalabrini Ortiz hasta el parque Sur. Pero el tipo no se achicó.
De haberse achicao hubiera terminado trabajando en un circo, cosa que no le disgustaba pero seguramente se hubiera terminado enamorando de la asistente del mago y todo el mundo sabe que ellas se embelezan con el dueño del acto porque sostienen que el mago las parte al medio.
Pero volviendo a nuestro relato, Moreno no dejó que la cola lo amedrentara y cambió su condición. No su condición de negro, sino su condición para que los que accediesen a la caña que él había invitao’ no fueran tantos.
Dijo, sostuvo y afirmó que a lo que él había convidado no era una vuelta e’ caña pa’ todos sino a que todos trajeran las cañas de vuelta, las de los barriletes digo, y como esa condición implicaba tener que desarmar las cometas y eso significaba la desazón y el llanto de los púberes nadie se animó a aceptar el desafío.
El negro Romero era así, nada lo podía sofrenar. Como aquella vez que llegó a su casa con perfume de mujer y ella se dio cuenta que la estaba traicionando porque a él nunca le había gustado Al Pacino, pero esa.... esa es otra historia .
Extraído de las crónicas de los barrios bajos (editorial suburbios- subsuelo )