El año 1885 dio a luz a una de las bebidas mas adictivas de la via làctea despues del postre Serenito. Creada para aliviar el dolor de cabeza del miembro masculino y tambien contra las nauseas durante el embarazo pronto se convirtio en un remedio para la sed. El responsable de ese coctel embrujado fue John Pervinox, alquimista de la època, quien tomo la hoja de Aloe Vera y lo mezclo con una dosis de Amargo Obrero, limaduras de hierro y un toque de almidon. La primera racion la probò su mano derecha, que `por otra parte se quedò sin la dermis y el 20 % de la epidermis.Se apiadò de la situacion su hermana, Josefina Merthiolate, quien tomo la dosis necesaria para quedar en el limbo. Fue ella quien vio el lado comercial del emprendimiento. "Es sentir de verdad" le insinuaba a su amante, el insomne Gervasio Lexotanil mientras compartìan un te de tilo. Lograron comercializarla en una riña de gallos en la que no falto cicatrizantes ni euforizantes. Esa noche se despellejaron el gallo Claudio y el gallito ciego. Fue una velada que dejo un margen de ganancias. Se habian vendido 50 vasos de Bidù Cola a razòn de 1 dolar el minuto. Al enterarse de este gran negocio se apersonò Don King acompañado de la Coca Sarli con una gran bolsa cargada con una mercancia con remitente de Colombia. Pero ni John Pervinox ni Josefina Merthiolate respondieron el envite. El unico arreglo fue que tomaron la silueta curvilinea de la Sarli para el formato de la botella. Las historias de la època se desviven por tocar esa botella con tantas curvas y hoy se conforman con la de plastico en forma de vibrador de camaleones.
